¿Cómo elaborar un queso?

Seguramente siempre te has acercado hasta el supermercado más cercano para llevar a tu casa los diferentes tipos de quesos que hay.

¿Qué necesitamos para elaborar un queso?

Pero hoy en día en los que pasamos mucho más tiempo en nuestras casas, puede que te entren ganas de elaborar muchos más productos de manera artesanal, utilizando las mejores materias primas y completamente libre de conservantes.

Uno de esos manjares que puedes elaborar tú mismo es el queso.

Si pensabas que elaborar queso era algo que no puedes realizar por tu cuenta te equivocas, ya que siguiendo algunos pasos, que tienen que ver con cuajar la leche por medio de un acidificado y otros sencillos procesos, obtendrás el queso que podrás disfrutar todos los días.

En este artículo te enseñaremos a elaborar quesos para que te deleites junto con toda tu familia.

Pasos para hacer queso

  1. Para comenzar con la elaboración del queso, desde luego que necesitaremos el producto básico, que es la leche. Pero no será cualquier leche la que te servirá para realizar el cuajado necesario para culminar en un queso. La leche para elaborar este producto tiene que ser fresca.
  2. Puede haber pasado por el proceso de pasteurización, pero no puede ser UHT, sino que tiene que ser completamente fresca y entre las que encontrarás en el supermercado en la parte de refrigerados.
  3. Puedes escoger las diferentes marcas que encuentres, sin ningún problema y también podrás elegir entre leches de 1 litro o de 1,5 litros para tu primera prueba.
  4. Esta se reducirá considerablemente en el proceso, pero para probar no te hará falta más cantidad.

  1. Seguramente, la leche que puedes encontrar en cualquier tienda vegana con un proceso de pasteurizado, hace que pierda determinadas propiedades que son importantes en el momento de la elaboración de un queso.
  2. Es por eso que los maestros queseros utilizan leche cruda.
  3. Pero para compensar esta falta, utilizaremos Cloruro Cálcico, que es precisamente la propiedad que esta leche pierde durante la pasteurización, que para su consumo directo hace que esta sea menos pesada, pero para obtener un buen queso, es necesario.
  4. Algunos supermercados poseen este cloruro cálcico, pero en el caso de no encontrarlo allí, podrías acudir a una farmacia y conseguirlo seguro.
  5. Vamos a necesitar una cacerola, en la cual verteremos la leche que adquirimos y pondremos una pequeña cucharada del cloruro cálcico para disolverlo y comenzar el proceso de cocinado, llevando la cacerola a fuego lento.
  6. Es muy importante mantener la leche cerca de los 40 grados centígrados, por lo que será mucho mejor si posees un termómetro, para medir la temperatura de la misma, siempre recordando que puede haber distintas temperaturas cerca de la base de la cacerola que en la parte más alta del contenido.
  7. En la misma incursión a la farmacia en la que obtenemos en ácido láctico, también podemos comprar cuajo en polvo, algo recomendable si estás realizando esta receta por primera vez, aunque también podrías hacerlo tú mismo con cuajo vegetal de cardo, por ejemplo.
  8. Al retirar la cacerola del fuego, debes añadir unas 6 gotas de cuajo diluido en agua y debes dejar reposar esa preparación durante poco menos de una hora.
  9. De todo este proceso obtendrás una pieza de leche cuajada y que deberás cortar con un cuchillo en cuadrados de aproximadamente un centímetro de lado, para después reposar durante 30 minutos.
  10. Luego, esos cuadrados deberán ser calentados a baño maría, removiendo siempre intentando que esas partes se mantengan intactas.
  11. Allí obtendrás el suero separado de la leche cuajada y este suero se debe retirar en la mayor cantidad posible, para luego utilizar algún tipo de escurridor y eliminar todo el suero que resta.
  12. El escurrido se puede realizar de diferentes maneras. Podrías utilizar un colador convencional, aunque eso puede hacer que termines perdiendo mucho del producto final.
  13. Los maestros queseros suelen utilizar una suerte de telas, que forman una servilleta, cuyos espacios no son tan amplios como para que pierdas queso en el escurrido.
  14. Dejando escurrir durante toda la noche, al otro día te despertarás obteniendo uno de los mejores quesos que hayas probado en tu vida, elaborado completamente sin conservantes y por tus propias manos, para que disfrutes en cualquier comida del día solo o junto a tus seres queridos.

Consejos para la correcta elaboración de un queso

Como habrás visto, los procesos para realizar un queso no son tan engorrosos, pero sí disponen de tiempos de reposo que deberás respetar para obtener el mejor producto que puedas realizar.

Esto quiere decir que no debes apurar los procesos y evitar la ansiedad de querer llegar al producto terminado, ya que si no respetas estos tiempos, el queso que obtendrás no tendrá la misma contextura y sabor que si lo haces de forma correcta, respetando los tiempos.

Podrás utilizar este queso fresco para cualquier tipo de preparaciones de cocina en los que este tipo de quesos se utilizan, pero te aconsejamos que lo utilices para el desayuno o la merienda acompañado de unas buenas rebanadas de pan (por qué no, también realizadas por ti mismo) y un dulce casero o miel que le den un dulzor a esa comida. Realmente te deleitarás con esta preparación.

Si quieres saber más acerca de la elaboración de este y otros quesos, encontrarás un sinfín de recetas que te convertirán en un verdadero maestro quesero.

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